martes, 3 de abril de 2012

AUXILIO!! Estoy amamantando! Parte 1

La Organización Mundial de la Salud dice "que la lactancia es una forma inigualable de facilitar el alimento ideal para el crecimiento y desarrollo correcto de los niños". Y ciertamente la lactancia materna ha tomado una auge importante en la última década, por lo que la mayoría de nosotras tomamos la firme decisión de amamantar a nuestros hijos desde el mismo momento en el que nos sabemos embarazadas.
Nuestro médico por lo general también nos asesora al respecto, cómo remediar unos pezones invertidos, o cómo estimular la posterior salida de la leche, la importancia del calostro y una cantidad de cosas más que creemos nos hacen unas expertas en el arte de amamantar.
Y así llegado ese momento mágico en el que recibimos en los brazos a nuestros hijos por primera vez, estamos completamente seguras de que vamos a ser capaces de satisfacer por completo las necesidades alimenticias de nuestro bebé.
Pero como iremos viendo a medida que transcurre el tiempo, nada en la maternidad puede darse por sentado... Así pues una vez que tenemos a nuestro(a) hijo(a) en brazos, con el amor más grande conocido en el mundo nos disponemos a vivir la maravillosa experiencia de amamantar!
La enfermera, tu médico, tu esposo, tu mamá o el que esté más cerca, te hace entrega de un hermoso bebé que grita a más no poder porque tiene hambre y tú, con tu instinto sobreprotector de madre te dispones a solucionar cualquier cosa que se interponga entre tu bebé y su felicidad.
Y haciendo uso de todo tu conocimiento, te desatas tu bata escogida con sumo cuidado para pasar tus días de convalescencia, te desabrochas tu brasier para amamantar que te compraste hace 6 meses, cuando te preparabas como buena mujer de este siglo para el acontecimiento que se aproxima, tomas a tu bebé con toda la delicadeza que te da el amor de madre y lo colocas frente a tus hinchados pechos, acercas su cabecita hacia ti, abre su boquita desesperada y comienza a succionar... un momento mágico!
Pero justo en ese momento te das cuenta de que ninguna persona, ni tu mamá que se supone que te quiere más nadie que en el mundo, ni tu hermana que debe ser tu mejor amiga, ni tu mejor amiga que debe ser tu aliada, ni tu médico que debe ser tu mentor, ni los libros, revistas, blogs, etc. que se supone que están allí para ayudar, te dijeron realmente lo que significaba amamantar a tu bebé!
Con la primera succión vienen una cantidad de sensaciones y sentimientos todos contradictorios, y lejos de lo que pensabamos, la mayoría de ellos son terribles. Sí, comenzando por el dolor indescriptible que sentimos cada vez que el bebé chupa, la desesperación absoluta que experiementamos cuando no logra agarrarse bien al pezón y no consigue alimentarse y la impotencia de no poder salir corriendo de aquel lugar y devolver ese bojote gritón al primero que se te atraviese, te das cuenta de que nada es lo que parece...
Pero claro como la maternidad es así, fácil pues, tenemos que agregar también la cantidad de gente que tienes metida en la habitación tratando de darte instrucciones precisas acerca de como dar de mamar, y tú que ya a estas alturas has perdido la pena y hasta la dignidad, luego de andar por ahí medio desnuda y vulnerable abriendo tus piernas cada media hora para que te revisen, quieres recuperar la poca verguenza que te queda, pero no, hay quienes hasta tienen la gallardía de agarrarte el seno y la cabeza de tu bebé para enseñarte como se supone que se hace.
Normalmente durante tu estadía te visita alguien relacionado con el tema de la lactancia y te asesora para tal fin, claro todo es teórico, nadie excepto tú misma podrá ayudarte realmente.
Yo que además soy cuadrada para algunas cosas, me tomé el tema con mucha seriedad y le prohibí al personal de la clínica que le dieran fórmula a mi hija, pues yo iba a alimentarla con lactancia materna exclusiva!. Jajajaja, afortunadamente mis hijas, ambas, nacieron chupando como si de eso dependiera sus vidas (ciertamente es así), y gracias a la benevolencia de la naturaleza yo producía leche para amamantar a unos trillizos, pero como madre inexperta estaba convencida de que los bebés realmente comen basados en un horario, y quizás así era, los bebés alimentados con leche materna comen cada 2 horas aproximadamente, pero nadie te dice que en esas 2 horas están incluidos los 45 minutos que demoran en comer de cada pecho, la sacada de los gases y el posterior cambio de pañales, entre los cuales transcurren las 2 horas y ya debes alimentar a tu bebé nuevamente, suena aterrador verdad?, efectivamente lo es, y todo eso sin contar con que tus pezones ante aquel maltrato constante se agrietan y comienzan a sangrar, y así a la hora de comer, tu bebé llora y tú también, lo probé todo, cremas, pezoneras, saca-leche, pero nada me funcionó...
Mi pobre esposo preocupado y agotado me proponía el fulano tetero, yo me negaba absolutamente pues estaba convencida de que si le daba fórmula a mi bebé me convertiría en una mala madre, y sólo el tiempo y mi profundo amor me dieron la solución...
Los días pasaron y mis heridas sanaron, mis pezones eran mas resistentes que cualquier tetina de silicón de última tecnología, ya tenía más o menos dominado el arte de cambiar de pecho en el momento indicado y ya mi hija comía con más destreza, y así comencé realmente a disfrutarlo, y sí es mágico, ver la cara de total éxtasis de tu bebé cuando lo amamantas y sentir que le estas regalando salud no tiene precio, de hecho tus senos se convertiran en tu mejor aliado, cada llanto, malestar, vacuna o fiebre, será solucionado con una buena dosis de "teta".
Di de mamar a mis hijas mucho tiempo, a la primera por un año y a la segunda por dos, y estoy muy agradecida con la vida por esa oportunidad, pero sólo tú puedes decidir qué hacer, si por alguna razón no puedes amamantar, bien sea por decisión propia o porque fisiológicamente no es posible, no serás ni peor ni mejor madre que yo, estoy absolutamente convencida de que la lactancia no puede ser impuesta, ya que no sólo no vas a disfrutarlo si no que además físicamente no te será posible, pues en ese momento todo tu cuerpo está conectado a tus emociones, y aunque también estoy convencida de que dar de mamar es un regalo, nada está escrito en el camino de la maternidad y para que realmente puedas sobrellevarla debes ir a tu ritmo.
Una vez más sólo queremos compartir experiencias, hacerte saber que nos estás sola, que no eres extraterrestre y que todo al final tiene una solución, cada hijo es diferente, dicen, pero también cada madre es única, así que sencillamente llora, ríe, angustiate, desespérate, es decir, sé madre y disfrútalo!!!